domingo, 29 de marzo de 2009

Somebody to Love

... Y fue en aquel momento en que vi aquella sonrisa extrañamente feliz, en que supe que realmente existía alguien a quien amar...

-Te amo -dije apenas noté que él había terminado de leer mi nota. Sus mejillas estaban tan encendidas como las mías, aunque dudo que su rubor haya sido por culpa de la vergüenza, como era mi caso,
-Lo siento -habló un par de segundos más tarde, al ya notar mi desesperación por algún tipo de respuesta.
-¿Por qué? -"Cosas extrañas de hombres" -pensé al mismo tiempo.
-Porque debí ser un poco más antipático.
-¿Todavía más? -ahora yo sonaba indignada, y con justa razón. Hasta lágrimas me había sacado el imbécil...
-Pero tu sabes que no te quiero -musitó en aquella forma despectiva que tanto odiaba.
-Claro que me quieres -contrapuse.
-Pero no te amo
-No me interesa que lo hagas
-¿Entonces para qué me lo dices?
-Para que lo sepas la próxima ves que me mandes a la mierda.
-No entiendo -arqueó las cejas un poco molesto.
-Ya no podrás decir: ¡Ándate a la mierda, pendeja hueca!
-¿Por qué no? -su rostro seguía rudo.
-Porque esta pendeja hueca se llenó cuando comenzó a experimentar estas tontas cosquillas en el estómago.
Él seguía sin entender.
-Ahora sólo podrás decirme: "¡Ándate a la mierda, pendeja!" y dentro de poco deberás quitarle el "pendeja" también, porque casi seré de tu edad -terminé de responder entre sonrisas divertidas.
-Tonta -susurró.
-Los que aman jamás han sido cuerdos, no esperes más de mí.

0 comentarios: